Resultado 5ª jornada Campeonato de Extremadura por equipos 2009, Segunda División
CLUB EL ALFIL: 1 – CLUB AJEDREZ OLIVENZA: 3
CLUB CASAREÑO «B»: 3 – CLUB PEDRO SÁNCHEZ: 1
El CAO ha quedado apeado de la competición, pero lo ha hecho en una jornada memorable, en la que cumplió con creces con las expectativas que muchos tenían de este encuentro entre los dos aspirantes a la segunda plaza del grupo.
El club rival, el Alfil, se presentaba al encuentro nada confiado en su margen de tres puntos y medio. Los organizadores nos reservaron la mesa central, en la cual se desarrollaron las partidas siguiendo un guión casi de película de suspense. Casualmente, las partidas fueron decidiéndose por orden inverso de tableros, con el agravante de que la última partida en terminar, la del primer tablero, fue la única que perdimos y la que, por tanto, nos dejaba fuera en el último suspiro.
En el cuarto tablero, Saúl aguantó muy bien un preocupante ataque sobre su enroque. Su rival omitió la ganancia de un peón y, en medio de la reacción de Saúl se dejó un alfil. Lo que ocurrió a partir de ahí fué tan sencillo como rápido: el blanco acumuló sus tres piezas pesadas tras su peón de rey, el negro hizo lo mismo para detenerlo y, con todas las piezas atadas al control de dicho peón, la dama penetró imparablemente por detrás de los peones negros del ala de rey. Una descubierta activaba el alfil blanco en la gran diagonal y, con la amenaza de mate en dos, el negro se rindió. Primer punto al saco, y un poco de moral para los demás.
En el tercer tablero, Eduardo parecía copiar la historia de Saúl y se dejaba abrumar por el ataque de Juan Angulo Hernández, que metía un caballo inexpugnable en d6 que provocaba mucho miedo, casi pánico para los que observábamos la partida con el rabillo del ojo. La cosa pintaba mal, pero Edu mantuvo la calma ante las múltiples amenazas blancas, abrió un poco la posición y fué aprovechando los pocos resquicios que le dejaba el ataque de su rival para activar sus piezas y darle la vuelta a la situación. Con el contraataque negro oficialmente en marcha, el blanco falló y entregó la dama en un error que le hizo abandonar de inmediato.
En el segundo tablero, José Luís planteó una partida abierta en la que cedía a Francisco Gallardo el peón de rey, consentía dos peones doblados y aislados y un alfil atrapado en una banda, a cambio de la pareja de alfiles y columnas despejadas para sus torres y su dama. La partida giró durante muchas jugadas alrededor del alfil blanco bloqueado, lo que permitió al blanco organizar un contraataque inesperado, culminado con la entrada en juego del alfil resucitado. De ahí en adelante, todo rodado hasta el inevitable mate en dos. El riesgo tuvo premio, y en ese momento teníamos un increíble tres a cero que ni nosotros mismos nos esperábamos.
Quedaba por terminar el primer tablero, con todos arremolinados alrededor para presenciar el emocionante desenlace. Joaquín había ganado calidad en los primeros compases, lo que no le servía de mucho al no poder dar juego a sus torres. Todo lo contrario, el jugador rival, Antonio Morillo, usó muy activamente sus piezas menores y consiguió llegar al final con dos peones pasados que eran mortales de necesidad. A pesar de las más de cuatro horas de juego, Joaquín se resistió planteando algunas trampas en las que no cayó el blanco, que terminaba así con nuestras esperanzas de dar la campanada. Una pena.
En fin, que aunque se haya perdido, se ha hecho de una forma que nos pone en nuestro verdadero lugar, luchando por la cabeza en igualdad con nuestros rivales teóricos, lo que nos da la tranquilidad de saber que seguimos a buen nivel y que el año próximo no se nos escapa volver a primera división. Eso seguro.